Viajar sola es una fortaleza de mujer

En el mundo hay muchas mujeres que viajan solas, porque son independientes, fuertes, aventureras y persiguen sus sueños. Echándole un vistazo a las redes sociales, blogs y la web en general nos encontramos con muchísimos artículos relacionados.
En estos días ha estado en el tapete el tema de las mujeres que viajan solas por el mundo, pues recientemente salió a la luz pública la tragedia de dos chicas que “viajaban solas” y se encontraban haciendo un tour por Ecuador.
      

Viajaban solas…

                            
De acuerdo a la información publicada en los medios de comunicación, las jóvenes fueron asesinadas en un lugar inseguro llamado La Montañita; sin embargo, muchos comentarios de la opinión pública justificaron de algún modo el hecho porque simplemente las chicas “viajaban solas”. 
 
Pienso que esas opiniones, además de injustas, son profundamente machistas sin tener en cuenta el alto grado de culpabilidad de los criminales que les propinaron a las turistas una muerte tan trágica.
 
Además, cuando dicen “las jóvenes andaban solas” se evidencia una grave connotación de la mujer como sexo débil. Entonces me pregunto ¿cómo andaban solas si eran dos chicas?, ¿les faltaba la compañía de quien?.  Aun se mantiene la tesis de que la mujer es sexo débil y no puede andar sola.

Mi experiencia…

 
Particularmente, mis experiencias de viajar sola a lugares lejanos han sido muy pocas. Sin embargo, confieso que me he perdido de muchas experiencias por el hecho de no ir sola, por no tener con quien viajar.
 
 
En un sentido muy amplio la gente dice que le gusta viajar, piensan en los paisajes, en la relajación o en la emoción de conocer nuevos lugares. No obstante, cuando van a la práctica simplemente dicen que no tienen tiempo, porque están trabajando, o que no tienen dinero para viajar. De allí que conseguir, entre las amistades, alguien para irse de viaje es difícil.
 
Puedo decirles que empecé a viajar sola desde que tenía 16 años de edad, pues cuando comencé a estudiar en la universidad me mudé a Maracay, y en vacaciones o en algunos fines de semana viajaba a mi pueblo natal San Fernando, ubicado en la zona sur de Venezuela. Era menor de edad y viajaba sola. Siempre tuve precaución con la gente, pero no por eso dejaba de hablar, así que tengo las mil y una anécdotas de viaje en bus.
Una de las cosas positivas de viajar sola es que eres más libre para ir donde quieres y estás más abierta a conocer gente y lugares. Lo negativo es que no tienes quien te tome las fotos y el hospedaje sale más costoso. En mi caso viajar implica obtener fortaleza en la personalidad, porque obtienes más confianza en ti. Como mujer no hay que tener límites en alcanzar metas viajeras y conocer los lugares que siempre has soñado. 

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