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San Fernando de Apure, mi querido pueblo, me recibió con los brazos abiertos. A medida que me acercaba, los recuerdos de mi infancia inundaron mi mente. Las calles, aunque cambiadas por el tiempo, seguían guardando esa esencia que las hace únicas. El malecón, a orillas del majestuoso río Apure, era el mismo lugar donde solía pasear y contemplar los atardeceres pintorescos.
La calidez de su gente
Una de las cosas que más extrañé durante estos años fue la calidez de la gente de San Fernando. El reencuentro con familiares y amigos fue conmovedor. A pesar de la distancia y el tiempo, los lazos permanecieron fuertes. Cada abrazo, cada sonrisa y cada palabra compartida fueron un recordatorio de que, no importa cuánto pase, siempre habrá un hogar esperando por nosotros.
Sabores del llano
No podía faltar disfrutar de la gastronomía local. Desde una suculenta carne en vara, pasando por las cachapas con queso de mano hasta las empanadas de pabellón, cada bocado me transportaba a mis raíces. El aroma y el sabor de la comida llanera son inigualables, y poder saborear estos platillos nuevamente fue un verdadero deleite.
La belleza del llano venezolano
El llano venezolano es un espectáculo natural que nunca deja de sorprenderme. Sus vastas extensiones de tierra, sus ríos caudalosos y su fauna diversa crean un paisaje que parece sacado de un sueño. Durante mi estancia, pude hacer un recorrido por la llanura, donde observé la majestuosidad de la fauna llanera, como garzas y vacas.
Reflexiones y despedida
Este viaje no solo fue un reencuentro con mi pueblo y su gente, sino también un reencuentro conmigo mismo. San Fernando de Apure y el llano venezolano me recordaron quién soy y de dónde vengo. Me llevo en el corazón cada momento vivido y cada enseñanza recibida.
Regreso a mi vida cotidiana con el corazón lleno de gratitud y la promesa de no dejar pasar tanto tiempo antes de volver. A todos mis lectores, les animo a que siempre encuentren el momento de regresar a sus raíces, a ese lugar que llaman hogar, porque allí siempre encontrarán paz y amor.
¡Hasta la próxima aventura!
Con cariño,